Trabajar, una experiencia feliz
Vivimos en un mundo en el que las experiencias son un factor cada vez más importante para las personas.
Si nos centramos en el mundo laboral, la felicidad es el factor que actúa como indicador del grado de satisfacción del empleado con su puesto de trabajo, y lo es desde que éste afronta los primeros procesos de selección, hasta que abandona la organización.
La empresa colombiana “Mide la Felicidad”, con su índice “IFES”, ha analizado en empleados de distintas compañías cada uno de los factores que se muestran en la siguiente lista:
- La mentalidad positiva
- El sentido del trabajo
- Si el trabajo apoya el proyecto de vida personal, familiar, metas y sueños
- El reconocimiento
- La gestión de los miedos y errores de los empleados por parte de la empresa
- La preocupación en el empleado
Los resultados obtenidos del estudio revelan que el 67% de los trabajadores se muestran infelices en su puesto de trabajo, y que, a su vez, el 50% de los empleados dicen que les gustaría que mejorase la relación entre sus jefes y ellos mismos. Otro 50% piden ser escuchados en sus respectivos trabajos.
Al igual que con los jefes, lo mismo ocurre con los compañeros de trabajo, y es que, el 38% indican que existe una importante falta de compañerismo en el día a día de las empresas en las que trabajan.
En cuanto a beneficios y reconocimientos, el 39% de los empleados manifiestan que, además de un mayor reconocimiento profesional y beneficio personal, les gustaría que su familia se viese involucrada de alguna manera en el trabajo.
Como dato destacable, desde “Mide la Felicidad” indican que el 58% de los empleados expresan no poder hablar abiertamente de sus miedos, inseguridades y errores en cuanto al desempeño de las tareas, pues en estos casos, más que ayuda, lo que realmente prima es el señalar a culpables.
“Mide la Felicidad” expone que para el 90% de los empleados es importante ver cómo las compañías impulsan la felicidad en las mismas, fomentando el trabajo en equipo, los ambientes de trabajo agradables y los climas de colaboración.
Y es que, a modo de curiosidad, 6 de cada 10 empleados utilizan día a día parte de su tiempo de trabajo para consultar sus redes sociales profesionales buscando nuevos horizontes laborales que los hagan sentir más felices.
Además de estos últimos, en las empresas suelen existir los que se conocen como empleados “rehenes”, quienes suelen llevar periodos de 5 a 10 años en la empresa y que se mantienen porque no han encontrado una oportunidad que les convenza.
Otro de los aspectos analizados en el estudio son las expectativas, que se comparan con las experiencias reales experimentadas más adelante por el individuo. Se trata de “entrar al pasado para entender cómo está el hoy”.
En este estudio se han analizado desde las expectativas que tenían los individuos sobre la compañía antes de entrar a formar parte de esta, es decir, durante los primeros contactos y entrevistas, hasta las expectativas que tenían respecto a beneficios, incentivos y recompensas, así como del llamado “salario emocional”.
“Mide la Felicidad” destaca que, en una gran mayoría de casos, estas expectativas no coinciden con las verdaderas experiencias que experimentan los empleados.
En la medición de la felicidad también se hace un análisis sobre el nivel de satisfacción, pues “todos tenemos un ideal de trabajo, un propósito en la vida, cómo queremos vernos a nivel personal y profesional”, así como del grado de ausentismo y rotación dentro de la compañía.
En definitiva, es fundamental que las empresas empiecen a trabajar en la felicidad organizacional con una metodología que incluya:
- Mediciones de felicidad y bienestar en el trabajo de manera periódica y sistemática.
- Incorporar la felicidad como uno de sus valores corporativos, dado que es un tema estratégico, tanto para los empleados como para la compañía.
- Asignar un presupuesto para trabajar en la felicidad y transformación organizacional.
- Situar a los empleados como actores principales en la transformación de la cultura en felicidad.
- Contar en la estructura con Gerentes de felicidad y experiencia.
Al final, de lo que se trata es de trabajar en la construcción de manera organizada, de una cultura “feliz” dentro de las empresas. De forma que sea posible entender en primera instancia qué sienten y piensan los empleados, cuáles son sus anhelos dentro de la misma y de qué manera ellos son partícipes de la transformación de su propia felicidad en las compañías siendo creadores de dicha transformación en la cultura de felicidad.