Activar la Voz del Empleado: de escuchar y medir, a ser una palanca real del cambio
Reto 2026: de escuchar a transformar
Muchas organizaciones invierten grandes esfuerzos en “escuchar” a sus empleados: encuestas de clima, entrevistas de salida, evaluaciones 360 … Pero muy pocas veces esa Voz del Empleado (VoE) se convierte en decisiones reales. Y así, los empleados no se sienten escuchados, lo que debilita el vínculo y genera desconfianza con la empresa.
Convertir la VoE en una palanca de transformación no es solo recomendable, es un imperativo competitivo. Esta activación permitiría abordar los grandes desafíos del 2026:
- Detectar señales de desvinculación antes de que se conviertan en rotación.
- Entender cómo vive la tecnología el empleado.
- Medir el pulso emocional y operacional con precisión.
- Reconstruir la confianza en los líderes y propósitos organizativos.
En resumen: ya no basta con medir. Hay que transformar
La Voz del Empleado no es un informe de clima: es analítica avanzada
El problema no es preguntar. El reto está en entender lo que hay detrás del dato.
Muchas organizaciones presentan resultados de encuesta como si fueran verdades absolutas, sin cuestionar si se ha interpretado bien la pregunta o si el dato refleja realmente su comportamiento.
El resultado es una analítica débil: reportes numéricos sin contexto, sin capacidad predictiva y sin consecuencias visibles.
Además, muchas compañías operan con herramientas desconectadas, ciclos de medición largos y sin segmentación por tipo de puesto.
Por no mencionar las que dejan fuera a los empleados sin acceso al email en horario laboral o a trabajadores subcontratados que representan la “cara” del servicio. La exclusión de la escucha es un gran problema técnico.
Al contrario de lo que se presupone, la Experiencia de Empleado es más compleja que la de Cliente. Porque en EX, entender el dato implica también entender el puesto de trabajo, su entorno, sus herramientas y sus dinámicas.
Entonces, en este escenario tan complejo: ¿Qué tenemos que hacer para activar eficazmente el cambio?
1. Ficha Única del Empleado: datos que activan la experiencia.
La buena noticia es que el 70 % de los datos necesarios para mejorar la EX ya existen en las organizaciones. El reto no está en preguntar más, sino en conectar lo que sabemos: datos sociodemográficos, contexto del puesto, percepciones emocionales, uso de sistemas y rendimiento…
Una Ficha Única del Empleado, integrada y compartida, permite romper silos, segmentar con precisión, crear arquetipos, identificar áreas de mejora, automatizar acciones y que todas las áreas tomen decisiones sobre una fuente única y fiable.
La inspiración puede venir del mundo del CRM, pero la clave para construir una Ficha Única del Empleado está en cocrearla con todas las áreas, integrando las variables que realmente condicionan las decisiones que impactan en la experiencia del empleado.
2. Modificar comportamiento con: datos, cultura y liderazgo
Activar la VoE no es solo tecnología. Es poner en marcha un programa que impulsa cultura, capacitación y el liderazgo.
Tenemos que formar a los equipos en cómo interpretar los datos y cómo iniciar conversaciones locales para transformar los insights en decisiones visibles. Aquí nos apoyamos en la analítica avanzada, modelos de IA, que nos permiten: interpretar los comentarios, mapear temas emergentes y priorizarlos.
Este proceso debe formar parte de un plan estratégico orientado a KPIs del negocio: compromiso, productividad, rotación, calidad o experiencia de cliente.
Y, sobre todo, hay que hacerlo con los equipos: en talleres de cocreación, espacios de feedback y procesos de decisión compartida. Es ahí donde la escucha se transforma en acción, implicación y confianza.
3. Entregables de la VoE:
La VoE genera impacto si se traduce en acciones claras y visibles.
No se trata solo de mostrar resultados segmentados por equipo o rol, sino de acompañarlos de un playbook accionable que, de un modo claro y preciso, guíe decisiones y comportamientos. Un informe sin acción es irrelevante: lo que más erosiona la vinculación no es no preguntar, sino preguntar y no actuar.
Además, interpretar bien los datos nos permite identificar oportunidades de automatización, reducir fricciones operativas, y mejorar el rendimiento.
La clave está en que cada acción tenga un beneficio claro para el negocio y las personas, y que se entienda el impacto de actuar.
Resultados esperados de activar la VoE:
- +23% de rentabilidad y +18% de productividad (Gallup, 2023).
- Hasta 43% menos de rotación voluntaria y 81% menos de absentismo (Gallup, 2023).
- 60% más de empleados propensos a quedarse y 70% más de alto rendimiento (Gartner).
- Mejora directa en eNPS y satisfacción de cliente (MIT, Jacob Morgan, WTW).
Activar la Voz del Empleado no es una moda. Es una nueva forma de liderazgo.
Implica dejar de tratar la escucha como una iniciativa puntual y empezar a verla como una estrategia transversal que conecta cultura, operaciones y negocio.
En un entorno marcado por el cambio, la saturación tecnológica y la necesidad de pertenencia, la mayor transformación posible empieza por dentro.
Cuando un empleado se siente escuchado de verdad, deja de hablar de problemas… y empieza a proponer soluciones.
Miguel Artiach: Responsable de Desarrollo y Soluciones de EX en Grupo Madison

















