Diseño UX y salud mental: ¿Cómo afecta la experiencia de usuario al bienestar?
Existe evidencia que avala que esta disciplina juega un papel fundamental en la generación de estrés o la autoestima.
A lo largo de las últimas décadas, el estrés ha ido aumentando considerablemente entre la población mundial. Los ritmos de vida, la inestabilidad económica, la presión laboral y la exposición constante a la tecnología son algunos de los factores subrayados por la OMS como propulsores de la ya llamada “epidemia del siglo XXI”.
En esta línea, y ligando con el último factor, cuidar la salud mental de los usuarios desde el diseño UX se vuelve un aspecto fundamental.
Son varias las investigaciones que han relacionado distintos aspectos de esta disciplina con la salud mental. Por ejemplo, un estudio publicado en la International Journal of Human-Computer Studies apunta que la interfaz gráfica (la paleta de colores, el diseño de navegación y/o la disposición de los elementos) puede influir en el estado emocional de los usuarios.
Según los autores, colores y diseños desordenados o poco intuitivos pueden aumentar la ansiedad, mientras que una interfaz limpia y fácil de navegar puede reducirla.
En consonancia con esto, otras investigaciones han indagado en la unión entre usabilidad y estrés. Diseños confusos o complicados pueden causar frustración y aumentar los niveles de estrés, debido a la carga cognitiva derivada de una mala experiencia de usuario.
Cuidar la salud mental
Uno de los efectos más claros de la relación existente entre diseño UX y salud mental lo expone el gran pleito que manejan actualmente EE. UU. y Meta. Según la demanda presentada por los fiscales de 41 Estados y el Distritito de Columbia, la compañía habría incurrido en una mala praxis a la hora de diseñar sus productos.
Aunque todavía falta mucha investigación al respecto, ya hay evidencia que sugiere que el tipo de retroalimentación que proporciona una interfaz, especialmente en redes sociales, puede impactar en la autoestima de los usuarios.
Por ejemplo, interfaces que promueven comparaciones sociales constantes pueden llevar a una disminución de la autoestima y aumentar la depresión, mientras que aquellas que fomentan interacciones positivas pueden tener efectos opuestos.
También hay evidencia sobre que diseños que favorecen interacciones superficiales o adictivas pueden contribuir al aislamiento social y la depresión. A la inversa, cuando facilitan conexiones significativas, pueden mejorar el bienestar psicológico.
Más allá de la ética
Así pues, queda claro que los diseñadores tienen la responsabilidad ética de crear productos que no exploten o afecten negativamente en la salud mental de los usuarios. Pero, hay algo más allá de la ética: un diseño que mejora la satisfacción general del usuario repercutirá de una forma positiva en nuestra organización.
Los productos que tienen en cuenta el bienestar psicológico de los usuarios tienden a generar una mayor lealtad y uso prolongado. Lo demuestra la teoría de la autodeterminación desarrollada por Ryan y Deci. Cuando un producto ayuda a satisfacer las necesidades psicológicas básicas — autonomía, competencia y relación—aumenta su bienestar.
Así, algo que permite a los usuarios sentir que tienen el control, que están mejorando y que forman parte de una comunidad será más propenso a ser utilizado a largo plazo.
A la par, el experto en ciencia cognitiva, usabilidad y diseño Don Norman defiende que la usabilidad y la experiencia emocional positiva son cruciales para la retención. Si un producto reduce la carga cognitiva y evita la frustración, los usuarios estarán más inclinados a seguir usándolo, lo que directamente mejora la retención.
Un aspecto diferenciador
¿Necesitas más datos para convencerte? Allá va el último. Según un estudio de Smith y Langford, las empresas que integran la salud mental en su estrategia de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) tienden a ganar una mayor confianza del público.
Por ende, el éxito y la longevidad de un producto están intrínsecamente ligados a cómo se aborda la salud mental en un diseño. Las empresas que entienden y aplican estos principios logran un éxito a corto plazo y garantizan la relevancia y la utilidad en el largo plazo. La salud mental no es sólo un aspecto ético, también es un diferenciador de mercado.
Referencias:
- Burke, M., & Kraut, R. E. (2016). The relationship between Facebook use and well-being depends on communication type and tie strength. Journal of Computer-Mediated Communication, 21(4), 265-281. https://doi.org/10.1111/jcc4.12162
- El País. (2023, octubre 24). Meta, demandada por 41 estados en EE. UU. por “atrapar” a los niños en su plataforma con “tecnologías poderosas y sin precedentes”. Disponible en https://elpais.com/tecnologia/2023-10-24/meta-demandada-por-41-estados-en-ee-uu-por-atrapar-a-los-ninos-en-su-plataforma-con-tecnologias-poderosas-y-sin-precedentes.html
- Kim, B.-J., Kim, M.-J., & Lee, D.-G. (2023). The mental health implications of corporate social responsibility: The significance of the sense-making process and prosocial motivation. Behavioral Sciences, 13(10), 870. https://doi.org/10.3390/bs13100870
- Minge, M., & Thüring, M. (2018). Hedonic and pragmatic halo effects at early stages of user experience. International Journal of Human-Computer Studies, 109, 13-25. https://doi.org/10.1016/j.ijhcs.2017.07.007
- Norman, D. A. (2013). The design of everyday things (Revised and Expanded Edition). Basic Books.
- Rosen, L. D., Whaling, K., Rab, S., Carrier, L. M., & Cheever, N. A. (2013). Is Facebook creating “iDisorders”? The link between clinical symptoms of psychiatric disorders and technology use, attitudes and anxiety. Computers in Human Behavior, 29(3), 1243-1254. https://doi.org/10.1016/j.chb.2012.11.012
- Twenge, J. M. (2019). More time on technology, less happiness? Associations between digital-media use and psychological well-being. Current Directions in Psychological Science, 28(4), 372-379. https://doi.org/10.1177/0963721419838244
Content Creator y Copywriter en Beway